PIT-CNT LOGRA FIRMAS PARA PLEBISCITAR LA SEGURIDAD SOCIAL Y EL PARTIDO NACIONAL INICIA CAMPAñA EN CONTRA

La Corte Electoral se dispone a iniciar el minucioso escrutinio de las más de 430 mil rúbricas que, según el Pit-Cnt, fueron recolectadas para impulsar una reforma del sistema de seguridad social. Aunque se prevé el típico descarte de al menos una décima parte por posibles duplicaciones o errores, el número parece holgado para superar el umbral de las 276.513 firmas requeridas, establecido como el 10% del padrón electoral. La confirmación oficial de este recuento demandará, como mínimo, unas 45 jornadas.

Tanto desde las filas oficialistas como desde la oposición, el mensaje es unísono: el plebiscito se vislumbra como el veredicto más trascendente para el país en las últimas cuatro décadas, con potencial para moldear el rumbo de las próximas generaciones.

El Partido Nacional ha puesto en marcha una "contraofensiva" desde ya, buscando obstaculizar el éxito de la consulta popular, contando con el respaldo de sus aliados en la coalición.

"Lo que está en juego son tus ahorros, fruto de tu labor, depositados hoy en una cuenta individual a tu nombre para tu jubilación", advirtió el senador y exministro Javier García. "El Pit-Cnt y el Frente Amplio buscan desmantelar la reforma de la seguridad social para amalgamar esos fondos en un único fondo común, lo que resultará en su dilución", agregó en un mensaje difundido en medios incluso antes de la entrega de las firmas. Esta misma postura fue respaldada por varios líderes, mientras que la Juventud Nacionalista se comprometió a movilizarse activamente en la causa.

"Estamos dando los primeros pasos en la cruzada contra el plebiscito constitucional impulsado por el Pit-Cnt y ciertos sectores del Frente Amplio", señaló el precandidato colorado Gabriel Gurméndez, quien considera que la reforma "pone en riesgo el porvenir de Uruguay". En su opinión, la central sindical y sus aliados en esta empresa buscan introducir una amenaza latente en el sistema de pensiones del país. Gurméndez advirtió que la propuesta busca "confiscar los ahorros de los contribuyentes ante las AFAP", siguiendo "el mismo sendero" que recorrió Cristina Kirchner en Argentina, por lo que instó a la formación inmediata de "una nueva coalición" para enfrentarla.

El gran ausente de la jornada fue el Frente Amplio. "Prepárense", expresó el senador Óscar Andrade (PCU), uno de los principales impulsores de la recolección de firmas, evocando un antiguo lema del Frente Amplio. Esto marca un hito en la historia de la coalición de izquierda, que por primera vez en su trayectoria opta por no respaldar orgánicamente un plebiscito surgido del "campo popular".

Para la izquierda, que oficialmente aboga por un "diálogo social" para reformar el sistema en caso de llegar al gobierno, se abre ahora un debate multifacético. Por un lado, enfrentan el embate del oficialismo, que apenas ha comenzado y que ayer cobró fuerza renovada. Al respecto, el precandidato nacionalista Álvaro Delgado expresó su preocupación por la supuesta falta de firmeza de la izquierda en su postura ante el plebiscito, especialmente en relación con los grupos opuestos a la propuesta de reforma. "La población deberá decidir y ningún candidato presidencial ni partido político podrá evadir su responsabilidad de indicar a la población cuál es el camino a seguir", afirmó en una conferencia de prensa. Delgado remarcó que no se trata de un plebiscito en contra de alguna reforma gubernamental en particular, sino contra el propio sistema de seguridad social en sí mismo.

Por otro lado, los sectores políticos y sociales que respaldan el plebiscito pronto plantearán la necesidad de que el Frente Amplio redefina su posición ante un tema que marcará la pauta de la campaña electoral. También se discutirán los alcances de la "libertad de acción" acordada al inicio de la recolección de firmas.

Para los impulsores del plebiscito, se percibe como crucial la obtención de un mayor respaldo a nivel político, entre otros aspectos. Consideran que, en instancias de este calibre, el apoyo activo de los sectores que abogan por el "Sí" en las papeletas, junto con las listas electorales de octubre, es de suma importancia desde un punto de vista logístico. La historia nos enseña que, en cada ocasión en que un plebiscito ha triunfado, ha contado con un amplio respaldo político detrás.

Actualmente, la campaña política en favor de esta opción está siendo liderada por comunistas y socialistas, aunque con la desventaja de no contar con el respaldo del Movimiento de Participación Popular (MPP) y su considerable base militante.

Los datos objetivos indican que la cantidad de firmas recolectadas supera las obtenidas en todas las instancias de este tipo llevadas a cabo anteriormente. Sin embargo, apenas se ha sobrepasado el número total de afiliados que el Pit-Cnt afirma tener.

La pugna entre la oligarquía y el pueblo sigue en marcha. Los sindicatos son conscientes de lo difícil que será alcanzar el 50% más uno de los votos el último domingo de octubre, pero están listos para dar batalla. "Después de una copa o un refresco para celebrar, mañana de vuelta al terreno para hacer temblar las urnas", instó Daniel Diverio, líder del Sindicato de la Construcción, otro de los protagonistas destacados en la campaña de recolección de firmas.

Ayer mismo, quedaron definidas las líneas del mensaje que se difundirá en busca de un triunfo en el plebiscito. "Hoy, miramos con orgullo hacia nuestros hijos y nietos, porque esta lucha es por ellos", declaró el secretario general de Fucvam, Gustavo González. "Es por el futuro de nuestro país", añadió. Asimismo, aseguró que no se prestará atención a los "insultos" ni a los discursos del oficialismo. "Han dicho de todo", lamentó. "Todo el poder económico se ha volcado en contra", destacó.

González arremetió contra los llamados "expertos en economía" que, según él, advierten sobre los presuntos efectos adversos de la reforma. El líder sindical anticipó que la campaña se basará en datos concretos para desmentir esas "falacias". Desde un enfoque técnico, la campaña se centrará en resaltar las ventajas de sus tres principales propuestas: reducir la edad mínima de jubilación a 60 años, vincular las pensiones mínimas al salario mínimo nacional y eliminar el componente de ahorro individual gestionado por las entidades privadas.

"Al igual que lo hicimos durante la lucha contra la dictadura, seguiremos defendiendo los derechos de nuestro pueblo", prometió González. "Frente a este gobierno y cualquier otro", aseguró.

"Esto refleja la conciencia de clase de aquellos que están siendo excluidos del modelo neoliberal actual", señaló Sergio Sommaruga, dirigente de la Educación Privada, quien también advirtió sobre las consecuencias que el actual sistema, al aumentar la edad de jubilación, tendrá en el empleo juvenil. "En última instancia, esta es una lucha por derechos frente a privilegios", afirmó. "Es una batalla entre las élites y la democracia, el pueblo contra la oligarquía", añadió. "Esta reforma cuestiona el bienestar de la minoría privilegiada". Insistió en la importancia de consagrar la seguridad social como un derecho humano fundamental en la Constitución. "Tenemos una sólida convicción en las causas colectivas", concluyó.

"Es crucial brindar apoyo al pueblo en la toma de decisiones"; Caravana entrega firmas en el Parlamento para coronar lo que describieron como una "gesta".

     

En el contexto de la campaña a favor del plebiscito, se consideró que, con el resultado de ayer, "la hazaña ya está consumada". Como evidencia de ello, se destacaron las 52 cajas de color negro, transportadas por miles de personas en una caravana que unió la sede del Pit-Cnt con el Palacio Legislativo.

Las firmas fueron recibidas formalmente por la presidenta de la Asamblea General, Beatriz Argimón, ya que es allí donde se presentan este tipo de recursos. Los abrazos y las muestras de felicitación entre "compañeros" llenaron los pasillos del edificio, mientras las cajas eran llevadas a pulso hacia la antesala del Senado, donde fueron selladas.

Todos destacan el logro alcanzado como resultado de una "construcción colectiva desde la base". Ahora, aseguran, se abre una nueva etapa. "Es imperativo ayudar al pueblo en la toma de decisiones", afirmó Karina Sosa, líder del Sindicato de la Seguridad Social (ATSS). "Estamos aquí porque durante treinta años una parte significativa de la población ha sufrido las consecuencias de la falta de responsabilidad del Estado al privatizar parte de las jubilaciones", subrayó, refiriéndose a las AFAP. "Esto es por los trabajadores, por los jubilados, por nuestros niños", enfatizó.

"Solicitamos que no nos bombardeen con más reformas", instó Sosa. "Ni en educación, ni en salud, ni en seguridad social. En octubre, será el pueblo quien decida qué camino desea tomar". Para Sosa, no hay "palabra más sabia que la del movimiento popular". Por lo tanto, la líder instó a la consolidación de la unidad en todo ese ámbito. "Estamos cerca", aseguró.

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