TODO SOBRE LAS ETAPAS DE CRECIMIENTO DE LA MARIHUANA: GERMINACIóN, VEGETATIVA, FLORACIóN…

El placer práctico y sensorial de cultivar es una experiencia sin igual. Tanto si tienes dedo verde como si no, se puede cultivar cannabis en casa si sabes comprender el ciclo vital esencial de la planta.

La planta de marihuana experimenta su crecimiento a lo largo de varias etapas distintas: etapa de germinación, etapa de plántula, etapa vegetativa, etapa de floración, etapa de cosecha, etapa de manicura, etapa de secado y curado.

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Aquí resumiremos cada una de estas importantes etapas de crecimiento de la marihuana y compartiremos cómo se puede supervisar cada una de ellas para optimizar tu cosecha. Medir el aporte de nutrientes es la mejor forma de asegurarte de que no estás sobrecargando tu planta con ningún elemento ni escatimando en ningún área.

El ciclo de crecimiento de la marihuana

El ciclo de crecimiento de la marihuana, que comienza con pequeñas semillas y culmina con abundantes cosechas, puede durar entre 10 y 26 semanas, o incluso la mitad del año. Por lo tanto, cultivar marihuana en casa implica un compromiso considerable de tiempo y esfuerzo, pero las recompensas pueden ser igualmente abundantes. En un plazo de tres a seis meses, puedes obtener una cosecha que te sirva para la medicina vegetal, el disfrute de uso adulto o ambas. La marihuana que cultives puede transformarse en tesoros fumables, comestibles y tópicos que pueden ofrecer una combinación de beneficios fisiológicos y psicológicos.

La planta de marihuana necesita diferentes cantidades de nutrientes en cada etapa de crecimiento. Hay tres nutrientes principales que el cultivador de cannabis debe entender: nitrógeno, potasio y fósforo. Los paquetes de nutrientes suelen etiquetar estos tres grandes componentes como NPK, basándose en los símbolos químicos de cada uno. Además de estos nutrientes vitales, hay otro trío de nutrientes secundarios a tener en cuenta: magnesio, calcio y azufre. Por último, la marihuana requiere una serie de micronutrientes que suelen aparecer de forma natural en el suelo. Algunos de estos micronutrientes, u oligoelementos, son el zinc, el manganeso, el hierro, el boro, el cloruro, el cobalto y el silicio.

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La clave está en el equilibrio a la hora de nutrir una planta de marihuana. Las mezclas “todo en uno” tienden a ser demasiado amplias, mientras que la sobrecarga con un solo nutriente, incluso los del grupo NPK, podría ser peligrosa para la salud de la planta.

¿Dónde cultivar marihuana?

Hay tres lugares principales donde quienes cultivan plantan cannabis: al aire libre, en un invernadero o en interiores.

Lxs cultivadores de exterior suelen empezar a cultivar sus plantas en primavera para preparar la cosecha de otoño. Elegir la tierra adecuada es quizá el componente más importante para lxs cultivadores de exterior. Elige un suelo repleto de nutrientes para las plantas y materiales orgánicos, como microbios, humus de lombriz y humus forestal. Algunos suelos incluso se clasifican como “supersuelos” porque minimizan o eliminan la necesidad de nutrientes líquidos. En general, una inversión en tierra compatible con el cannabis es la mayor inversión para el cultivador de exterior.

Otra opción a considerar es cultivar marihuana en un invernadero. Un invernadero proporciona la luz solar necesaria para criar una planta sana, al tiempo que ofrece mejores controles ambientales. Por ejemplo, la oscuridad es clave durante ciertas etapas de crecimiento, y un invernadero te da el control para utilizar persianas oscuras o sistemas de cobertura del techo. En un invernadero, el cannabis también está protegido de los elementos, los animales y las plagas. Sin embargo, este método es caro y poco ideal para cultivadores con poco presupuesto.

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Por otro lado, lxs cultivadores de interior tienen la flexibilidad de plantar sus semillas de cannabis en cualquier época del año, siempre y cuando se controlen las condiciones interiores en cuanto a temperatura, humedad, luz y calidad del aire. La gestión de la luz es especialmente importante, ya que las plantas no pueden sobrevivir sin la cantidad adecuada de fotosíntesis. En un jardín exterior, la luz solar natural hace todo el trabajo, pero en el interior tendrás que invertir en un sistema de iluminación, como luces LED o luz blanca de alta intensidad.

Antes de empezar tu cultivo de marihuana de exterior, invernadero o interior, es una buena idea familiarizarse con las leyes estatales y locales, que pueden variar significativamente. Una vez que hayas establecido la legalidad de cultivar marihuana en casa en tu estado o región, puedes comenzar la primera etapa de crecimiento y plantar semillas.

Etapa de germinación

Duración: de 24 horas a 2 semanas

La etapa de germinación es la primera del ciclo de la planta de cannabis. Si cultivas, querrás mantener una abundancia de plantas hembra, porque son más ricas en tricomas que sus homólogas masculinas. Los tricomas son pequeños apéndices blancos que crecen en las plantas de marihuana y contienen los codiciados cannabinoides como el CBD y THC.

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Por otro lado, las plantas macho no son tan útiles y, de hecho, podrían contaminar tus plantas hembra. Por lo tanto, querrás comprar semillas feminizadas y germinarlas. Los bancos de semillas en línea son un recurso excelente para encontrar semillas feminizadas.

Si quieres saber exactamente cómo germinar tus semillas de cannabis, aquí tenemos una guía explicando todos los pasos.

Etapa de plántula

Duración: de 2 a 3 semanas

La planta de marihuana es un bebé en este punto del ciclo vital. Ya no son simples semillas, ahora están oficialmente sembradas. Durante la etapa de plántula, notarás que tu planta de cannabis brota de la tierra y le salen un par de hojas que se abren en abanico desde el tallo. También brotarán hojas de la parte superior de la planta mientras se desarrolla simultáneamente un sistema radicular. Aunque es posible que la fase de plántula se alargue hasta seis semanas, un plazo de dos a tres semanas es mucho más típico.

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Siembre en un entorno cálido, con una temperatura aproximada de 25 °C y una humedad acompañante del 60%. El fertilizante (preferiblemente a base de nitrógeno) y la luz también son vitales durante la fase de plántula. Para determinar qué es lo mejor para tu planta en particular, investiga la cepa que estás cultivando. Cuando termine esta fase, las plantas habrán crecido más que sus pequeñas macetas.

Etapa vegetativa

Duración: de 3 a 8 semanas

También llamada fase de vegetación, la etapa vegetativa supone un importante estirón para las plantitas, que deberán trasladarse a macetas más grandes. El crecimiento de la planta de marihuana se produce rápidamente durante esta fase, con un crecimiento vertical especialmente pronunciado. ¿Te imaginas que tu planta creciera cinco centímetros en sólo 24 horas? ¡Podría ocurrir!

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En esta fase, tus plantas también empezarán a adoptar una forma definitiva. Por ejemplo, una planta sativa se volverá larga y estrecha, mientras que una índica será más corta, más tupida y con un follaje más denso. Las características sexuales de tus plantas también se harán evidentes y ahora podrás diferenciar entre los machos y las hembras. Al final de la fase vegetativa, las plantas femeninas mostrarán dos pistilos blancos y en las masculinas crecerán sacos de polen. Asegúrate de retirar estas plantas para evitar contaminar tus plantas femeninas.

Una temperatura ligeramente inferior es ideal durante esta fase. Cuando tus plantas eran plántulas, mantenías una temperatura de 25°C, pero ahora puedes ajustarte a un rango de 20°C a 25°C grados. La humedad también puede variar más, siendo suficiente entre un 50% y un 70%. Proporciona a tus plantas luz abundante: al menos 16 horas al día y hasta 24 horas continuas. Por último, sigue alimentando tus plantas de cannabis con abono rico en nitrógeno.

Etapa de floración

Duración: de 6 a 8 semanas

Si te estás preguntando cuál es la fase de crecimiento más importante, la fase de floración es la que debes vigilar. Busca resina pegajosa en las hojas y también grupos de tricomas. Cuantos más tricomas veas, más potente se está volviendo tu planta de marihuana. En última instancia, la potencia también depende del tiempo que pase una planta en la fase de floración, así que si supera la marca de las 8 semanas, puede que te lleves una agradable sorpresa en el momento de la cosecha.

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La fase de floración también representa la fase final del ciclo de crecimiento, pero no del ciclo de vida de las plantas de marihuana. Una distinción clave de la etapa de floración es una reducción de la luz sobre tus plantas. Una planta de cannabis ya no necesita 24 horas de luz; 12 horas serán suficientes, junto con las correspondientes 12 horas de oscuridad.

Se recomienda un rango de temperatura constante de 20°C a 25°C mientras florece tu marihuana, junto con una humedad moderada del 50%. El nitrógeno ya no es el nutriente más importante; ahora alimenta a tu planta de cannabis con potasio y fósforo en su lugar.

El final de la fase de floración marca un hito muy esperado en el proceso de crecimiento, mientras te preparas para recoger tu cosecha.

Etapa de cosecha

Duración: varía; la cosecha suele tener lugar en otoño en el caso de las plantas de exterior, pero puede producirse en cualquier momento del año en el caso de las plantas en interior.

¡Felicitaciones! La cosecha es el momento de recoger los frutos de una siembra y un cultivo esmerados. La parte difícil es saber exactamente cuándo cosechar y proceder con cuidado. Si cosechas demasiado pronto o demasiado tarde, puede que tu marihuana no sepa ni huela como esperabas, y también podrías afectar a la potencia.

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Entonces, ¿cómo saber cuándo se ha llegado la fase de cosecha? Tus plantas te proporcionarán numerosas pistas. Por ejemplo, fijate en los pistilos de las plantas femeninas. Si la mayoría de los pistilos son marrones, es muy probable que haya llegado el momento de la cosecha. Por el contrario, si todos los pistilos son marrones, entonces puede que te hayas perdido el momento óptimo para la cosecha y la marihuana se clasificará como “demasiado madura”. Del mismo modo, observa el color de las hojas. Si las hojas son amarillas, en lugar de verdes, entonces no retrases el inicio de tu cosecha.

¿Puede ser demasiado tarde para cosechar una planta de marihuana? Si el tallo está hinchado y se han caído todas las hojas amarillas, entonces es demasiado tarde para cosechar la marihuana. El cannabis en esta fase tardía probablemente tendrá un sabor y olor desagradables, posiblemente amargo. Como regla general, es preferible cosechar antes que después. La marihuana cosechada prematuramente no ha alcanzado su máxima potencia, pero probablemente tendrá un sabor y un olor más agradables que la que ha madurado demasiado. Así que, ¡a invertir en unas tijeras resistentes y cosechar tu marihuana cuando llegue el momento!

Etapa de manicura

Duración: varía; puede comenzar en primavera para anticipar una cosecha de otoño para plantas de exterior o comenzar en cualquier estación para plantas de interior.

La manicura es el siguiente paso que hay que dar después de cortar y cosechar las plantas. El objetivo de la manicura es redondear los cogollos y, de este modo, mejorar la experiencia de fumar. Se puede experimentar con dos tipos diferentes de manicura: húmeda o seca. A muchxs cultivadores principiantes les resulta más fácil podar cuando la planta está húmeda, así que puede que te apetezca empezar por ahí. Las plantas secas tienden a enroscarse en las hojas, lo que hace más difícil la manicura.

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Tanto si utilizas el método de manicura en húmedo como en seco, tendrás que secar completamente el cannabis antes de proceder al curado y almacenamiento. Para secar el cannabis, cuelga los recortes boca abajo, tal vez en un tendedero y, definitivamente, en un entorno que no esté excesivamente húmedo. Una vez que las plantas se hayan secado, estarás listo para completar los últimos pasos del proceso de poda.

Unas tijeras de poda de precisión son la herramienta más útil en esta fase. Mientras que unas tijeras más robustas son adecuadas para la cosecha, unas más delicadas son más adecuadas para la manicura. También son útiles unos guantes de jardinería para proteger las manos de la resina pegajosa de los cogollos.

En primer lugar, utiliza las manos para arrancar las hojas de abanico de los cogollos. A continuación, utiliza las tijeras para recortar las “hojas de azúcar” o manicura fina, que contienen altos niveles de tricomas y se pueden utilizar para hacer concentrados de cannabis. También puedes guardar la manicura fina para utilizarla como ingrediente en tu comestible favorito, como la manteca cannábica. Otrxs prefieren desechar la manicura fina, pero no hay razón para hacerlo a menos que estés tratando de preservar el espacio. Por último, recoge el exceso de resina que se pega a tus guantes y ponla a trabajar si creas algún dab.

Etapa de secado y curado

Todo lo que hayas podado de la planta puede servir para algo, pero la gloria suprema es el cogollo. El curado de los cogollos secos es uno de los pasos finales del proceso antes de poder disfrutar de una fumada relajante. La paciencia es esencial en este punto, ya que el curado puede durar hasta dos meses y afecta a la calidad de los cogollos. Un método de curado sencillo consiste en colocar los cogollos en un tarro de cristal y dejarlos allí hasta ocho semanas. Durante las dos primeras semanas, abre el tarro periódicamente para que entre oxígeno.

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La paciencia tiene su recompensa al final de esta fase, cuando puedes consumir el cannabis que has cultivado y almacenar eficazmente la marihuana sobrante para utilizarla en el futuro.

Guardar marihuana

Al igual que con el curado, los tarros de cristal son unidades de almacenamiento ideales para el cannabis si piensas consumirlo pronto. El almacenamiento a largo plazo, de hasta dos años, requiere el sellado al vacío de los recipientes para mantener la marihuana lo más fresca posible. Incluso en el tarro más herméticamente cerrado, el cannabis puede perder algo de contenido de THC cuanto más tiempo esté almacenado. Esta es una de las razones por las que quizás quieras clonar tu cannabis y empezar de nuevo el ciclo de cultivo.

Conclusión

Comprender estas etapas de crecimiento es el primer paso para cultivar marihuana en casa de forma sana. Observa el desarrollo de tus plantas durante todo el proceso y considera la posibilidad de llevar un diario de sus progresos. A medida que trabajes por ensayo y error con tus cultivos, podrás determinar qué técnicas funcionan mejor para obtener los resultados deseados. También tendrás la satisfacción de ver una planta de cannabis desde su forma más pequeña como semilla hasta su plena madurez cuando esté lista para fumar, comer y disfrutar.

Vía Weedmaps, traducido por El Planteo

Fotos por Gina Coleman vía Weedmaps

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